
Tomar distancia de las cosas puede ser una actitud muy saludable, también para tus ojos. Si trabajas frente a un ordenador notarás como éstos se van cansando según transcurre el día. Sensación de sequedad, irritación, picor, visión borrosa o dolor en la zona son algunos de sus síntomas más frecuentes.
El uso excesivo de pantallas de todo tipo, al que nuestro organismo no está preparado, facilita que aparezca un problema bastante habitual y molesto: la fatiga ocular. La musculatura de los ojos está más relajada cuando miramos a lo lejos; al hacerlo de cerca, como es la distancia a un libro o a un ordenador, el esfuerzo muscular es mayor. Ese sobreesfuerzo les va fatigando a medida que transcurre el día, especialmente si no les permitimos momentos para descansar.
Pequeños hábitos como éstos aumentarán el bienestar de tus ojos:
- Parpadea: ¿Sabías que cuando estamos frente a una pantalla parpadeamos mucho menos de lo que nuestros ojos necesitan y hacen de manera natural? Parpadear es imprescindible para que tus ojos mantengan la humedad que necesitan. Es normal que tras varias horas usando una pantalla, los sientas irritados y secos. Así que recuerda: si parpadeas cada pocos segundos, tus ojos te lo agradecerán.
- Ayuda a tus ojos a relajarse: puedes hacerlo si mientras vas por la calle o a través de una ventana, miras lo más posible al horizonte o puntos lejanos. Además, puedes integrar en tus rutinas la “regla 20-20-20”: cada 20 minutos enfoca tu mirada en un punto que esté al menos a 20 pies de distancia (unos 5 metros) durante 20 segundos.
- Iluminación adecuada: Un exceso de brillos y contrastes también favorecen la fatiga ocular, por ejemplo cuando la luz entra a través de la ventana o por una iluminación interior muy intensa. Evitarás las molestias si sitúas la pantalla de tu ordenador de modo que las ventanas queden a un lateral, y si aún fuera necesario, cierres las cortinas o bajes un poco las persianas.
Una alimentación variada y equilibrada es fundamentalpara tu salud en general, y también para la de tus ojos. Recuerda que sea rica en frutas y verduras y elige grasas de calidad.
Si además buscas una mayor relajación ocular y también mental, estos ejercicios te ayudarán a conseguirlo:
- Pon las palmas de tus manos en forma de cuencos sobre tus ojos y ciérralos suavemente. Mantenlas así durante unos cuantos segundos en que puedes aprovechar para respirar profundamente.
- Con los ojos cerrados, dirige tu mirada hacia arriba, luego abajo, hacia la derecha y por último a tu izquierda. Haz los movimientos de una manera suave y continua.
- ¿Qué tal un suave masaje para tus ojos? Puedes hacer pequeños movimientos circulares con la punta de tus dedos, desde la parte superior de la nariz hasta la parte externa de ellas, haciendo el recorrido por debajo de las cejas. En seguida notarás su efecto relajante.
“Cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian”, decía Wayne Dyer. Los ojos son tu instrumento para hacerlo, ¿te animas a cuidarlos un poco más?